jueves, 13 de diciembre de 2012

¿El sexo débil?


Dejando de lado lo genéticamente obvio, la reproducción de la especie y esas cosas, pienso que no sé cómo sería el mundo sin hombres, pero estoy seguro de que sería mucho peor, y pocas cosas funcionarían si no existieran las mujeres.

Yo lo siento, sé que esto no gusta y que igual quedaré mal, que algunas personas me veréis peor a partir de ahora, pero es lo que pienso, creo firmemente que los hombres y las mujeres no son iguales. Me voy a tomar el derecho de hablar tan objetivamente como pueda y durante el rato que pase escribiendo esto voy considerarme neutral, ni hombre ni mujer, como Batman, que es un símbolo (tengo que aprovechar…).

Y es que la vida, al menos la mía, no tendría sentido sin las mujeres que han pasado por ella. No me gusta generalizar como ya habéis leído en “Negatividady otros monstruos” pero sí puedo hablaros de mi experiencia. Antes de ir más allá tengo que deciros que mi caso es un poco especial, porque yo tengo tres familias en lugar de dos, la separación de mis padres tuvo un lado positivo que es este, que he podido gozar de tres casas. Dicho queda, sigamos.

Los hombres molan, hacen deporte contigo, te enseñan a nadar, a montar en bici y, a veces, te sirven como ejemplo en la vida, la persona a la que más admiras y a la que esperas parecerte algún día. Parecen esa figura irrompible que puede con todo, pero sea por lo que sea, siempre algo desde lejos, imagino que será debido a la cultura estúpida que hemos tenido de que “los hombres no lloran”, “los hombres no hablan de sentimientos, eso es de débiles”, etc.… ya nos entendemos.

En cambio las mujeres han sido para mí las personas que han visto que algo iba mal sin tener que decir nada, que han sabido acercarse a mí esquivando mi mala uva a ratos y mi ex personalidad introvertida y que me han ayudado en los momentos cruciales de mi vida, sin ellas hoy no sería lo que soy, igual no sería nada.

Mis tres abuelas me enseñaron lo que es amar incondicionalmente, el amor de verdad, llegar sacrificarse hasta puntos casi absurdos por los demás. Me enseñaron a reparar los errores, y que siempre se tiene la oportunidad de ello, me dieron toda su ternura y todos sus besos apretaos y me dieron un sitio al donde volver aunque todo lo demás fuera mal. Mis tías me enseñaron que con un poco de distancia las cosas se ven de otra forma, me enseñaron a perdonar a los demás, a entender que todos fallamos. Me dieron aire cuando ya no me quedaba, entendieron lo que pedía y me lo dieron, hicieron por que las sintiera cerca y me ofrecieron todo lo que tenían, y hasta me salvaron la vida, cada una a su manera.

Y luego quedan otras dos, mi madre y otra mujer que ha tenido que aguantar muchas veces “¿Pero no es hijo tuyo, no?”, y muchas crueldades a lo largo del tiempo, por suerte cada vez menos. De las dos aprendí que hay que saber ser fuerte, hay que seguir adelante y hay que ganar a los obstáculos que nos encontramos, que tenemos que entender que nuestros problemas no son nunca mayores que los de los demás y que hay otras cosas más importantes en la vida que el dinero y las cosas que compra, que de todo se sale pero que hay que llevar la cabeza tan alta como podamos, y que no se puede pisar a nadie mientras hacemos nuestro camino aunque eso haga que camines más lento. De una aprendí que ser madre es muy difícil, que los problemas se multiplican por el número de hijos que tienes y más, pero que si de verdad lo quieres, puedes conseguir lo que sea, y de la otra que la sangre no tiene nada que ver cuando se trata de querer a alguien, y que el tiempo todo lo cura, aunque sea mucho tiempo. De las dos aprendí a vivir, a crecer y a ser una persona decente, aprendí a escuchar y a hablar, aunque tardara un par de décadas.

Llegados a este punto quiero acordarme de tres amigos (los tres leen el blog) que perdieron a sus madres demasiado pronto, porque no puedo imaginarme nada peor y ellos siguieron adelante y los tres consiguieron convertirse en grandísimas personas.

Podría añadir a más mujeres que de alguna forma me han marcado, o me han enseñado algo, pero no creo que sea necesario, y entiendo que ya he explicado lo que quería contaros. Las mujeres para mí han sido ternura, comprensión, sacrificio, amor, cercanía y todo ello sin capas, sin prejuicios, no podría imaginarme mi vida sin las mujeres que os he presentado. No quiero decir que sí podría imaginármela sin los hombres que he conocido, pero los hombres somos (ahora que se reparten hostias sí que me voy a apuntar, va) más egoístas, sacrificar por otros nos cuesta mucho más y nos molesta más hablar de sentimientos o transmitirlos. Las mujeres son más receptivas, más generosas y más sensibles, se fijan más en las personas.

No sé si es por el hecho de que la mujer siente crecer a un hijo dentro y eso agudiza su capacidad de amar y de entender, o si es porque la cultura, o la religión, nos ha enseñado a lo largo de los años que las cosas tienen que ser así, que las mujeres son las que entienden a los hijos y los hombres los que beben cerveza y ven el fútbol (perdonadme que sea tan simplista), pero os he explicado lo que yo he vivido.

Cojo mi traje de hombre y me vuelvo a meter dentro, no vaya a ser que se me olvide. Y envío un beso a cada mujer que me lea, así, ¡gratuitamente!

Groucho Marx – “Las mujeres viven más que los hombres, especialmente las viudas.”

¡Si has pasado por aquí y te apetece, salúdame, por la vía que quieras!

6 comentarios:

  1. las mujeres dan sentido a todo, si solo hubiera hombres ya nos habriamos matado los unos a los otros!

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  2. Ha sido una entrada muy emotiva Charles :) muchísimo y me encanta que aprecies esas cualidades; pero hay muchisimos hombres tan capaces de tener esas cualidades como las mujeres. Lo que pasa es que estamos (modo "hombre" on) hasta los huevos de escuchar lo típico de "los hombres siempre tocandose las pelotas a dos manos, son unos brutos que no entienden de sentimientos, bla bla bla" y "las mujeres son mejores que los hombres, mas inteligentes, mas sentimentales, bla bla bla" y no son mas que una sarta de gilipolleces. No, no somos iguales las mujeres y los hombres (a nosotras se nos desarrollan los pechos y a los hombres no, a los hombres les cuelga su sexo y a las mujeres no, y un largo etc...) en cuanto a sentimientos... podemos ser dos gotas de agua, solo que si un hombre los saca a la luz seguro que le cuelgan etiquetas falsas (no sé si sabes a q me refiero) y eso es lo que siempre ha sido y será, porque la sociedad es así. Y brindo por los hombres sensibles, cariñosos, que no tienen miedo de mostrarse tal y como son. He dicho.
    Kisses! Bruja.

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  3. El caminante de los cielos13 de diciembre de 2012, 16:35

    Hace tiempo, cuando reflexiono acerca de esta cuestión, que creo que hombre y la mujer son como el cielo y la tierra. Todo empezó cuando aprendí algo de mitologia griega (para que el mundo lo sepa, los griegos no solo inventaron la filosofia, cierta postura sexual y las pelis épicas). Pues bien, en la mitologia griega, el mndo nace de la union de dos dioses; Urano, hombre, representa el cielo, y Gea, mujer, encarna la tierra. De la unión de estos dos dioses, que és el genesis de la mitologia griega, nacen todas las demás cosas del mundo.
    La casualidad no existe; sólo la ilusión de la casualidad.
    Las mujeres son como la tierra. De ellas brota la vida, en ellas toman forma cosas preciosas, son bellas en la superfície pero debajo de esta hay todo un mundo por explorar. Toda vida tiene su espacio en la tierra, pues se amolda a las necesidades de aquellos que la habitan, pero nunca sin dejar de ser tierra; moldeable pero perenne.
    Los hombres son como el cielo. Mientras en la tierra brota la vida, en los cielos se gestan tormentas. El cielo sólo acepta en su seno a las criaturas mas formidables, y por poco tiempo: estas bajan a la tierra a construir sus hogares. La tierra es profunda, el cielo es transparente. La tierra es señora de si misma, en los cielos, gobierna el viento, impredecible. La tierra se sostiene en si misma, el cielo se sostiene en la tierra (aunque baja a veces, para mojar...). En el cielo, las cosas flotan, y van donde las lleva el viento, en la tierra, las cosas caminan, y van donde les lleva su voluntad.
    Joder con los griegos. Vaya listillos...
    Una cosa más. Si tomamos el Sol, una cosa importante para el cielo y la tierra, y le damos el rol del Amor, veremos que el Sol calienta la tierra, da vida a las cosas, les impone un orden, las ilumina. La tierra brilla mas bajo la luz del Sol.
    El cielo, literalmente, es atravesado por la luz del Sol. Y cuando el Sol se va, sólo quedan las brasas, las estrellas, que brillan en un firmamento oscuro. Y la Luna, también vinculada a la femineidad, pero esa es otra historia. Cuando es de noche, la que brilla es la Tierra.

    "Creo que es por eso que los hombres están tan llenos de ira. Porqué saben que las mujeres dejan una herencia en el mundo cuando se marchan, y ellos no. (...). Por eso los hombres golpean el mundo, porqué intentar dejar una marca en él, una señal de que estuvieron allí. Dejar una marca, ése es el corazón del comportamiento masculino".

    El temor de un hombre sabio, Patrick Rothfuss.

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    Respuestas
    1. Gracias, don Skywalker, aprecio tu visita y tu comentario. <3

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    2. molt emotiu i estic d'acord amb tu totalment sobre el que penses de les dones , és veritat, peró les relacions entre les dones resulta més complicada som més enrebasades , en canvi els homes són més simples , peró més directes i més francs .Tot i així darrera d'una gran dona , sempre hi ha un gran home !!! gràcies per el teu petó , el guardo en el meu cor !!! guapo , t'estimo !!!

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