lunes, 26 de noviembre de 2012

A un mes para Navidad


Por si no os habéis enterado o no lo han dicho en las noticias, ayer Catalunya celebró sus elecciones autonómicas. Lo que oigo en la calle y lo que hablo con la gente es que ha sido un soplo de aire fresco, la gente tiene la necesidad de que cambien las cosas, de intentar que alguien nos eche una mano, y eso ha quedado reflejado en la participación con un récord histórico (casi 70%), y un aumento del 11% en comparación a las últimas, y eso que sólo han pasado dos años.

Para mí fue un día más, me acerqué por la tarde a votar con mi padre, como hacemos desde hace algunos años. Es un pueblo pequeño, y mi familia lleva aquí toda la vida, así que nos conoce un porrón de gente por lo que saludamos a todos: amigos, conocidos, familia más lejana… y ejercimos nuestro derecho. No puedo evitar pensar que en el fondo ningún grupo político me representa, y que seguramente lo más coherente hubiera sido votar en blanco o no hacerlo, pero voté a los que creo que pueden representarme mejor o, dicho de otra forma, a los que menos malos me parecen.

Tuve una discusión amigable con el alcalde (un hombre afable, cercano y honesto), porque después de preguntarme si pensaba dedicarme a la política y que yo le contestara que no, que a mí lo que me gusta es estar cerca de la gente y que lo que yo quiero es ayudar y ser útil, me explicó que eso era exactamente la política, a lo que yo repliqué que a lo mejor sí, pero que la política suele tener un trasfondo de intereses personales y ansia de poder, y que su cercanía suele ser cínica, y que por todo eso no estoy interesado. Charlamos un rato más y me explicó que hay partidos así, pero que el suyo no, etc. No quiero aburriros con politiqueos.

La gente necesita ver una salida, un cambio en la clase política, necesita ver gente cercana que se preocupa por los problemas con los que todos nos encontramos a diario, gente que se queda sin empleo, sin casa, sin autobús que lleve a los niños al colegio, sin ayudas económicas a la gente dependiente… A la mayoría de la gente no le importa los mercados, ni la bolsa, ni Alemania, a la gente le importa tener una vida digna y que se respeten sus derechos, poder ganarse su pan, tener su hogar y cuidar de los suyos. Le importa pensar que en unos meses se les acaba la prestación de desempleo y que siguen sin encontrar trabajo, que tienen que cerrar su negocio porque ya no ganan dinero, que tienen que cuidar de un familiar enfermo y nos les llegan ayudas.

Tengo la impresión de que para Catalunya esto es un ultimátum, la última esperanza, y que el resto de España también agotará su paciencia, pese a las diferencias entre unos y otros. Los números de desahucios, de paro, de familias por debajo del umbral de la pobreza, no hacen más que incrementarse y, si las cosas no cambian, habrá consecuencias, y veremos de qué magnitud.

Escucho a mi abuelo decir que por menos que esto estalló una guerra y aunque quiero pensar que lo exagera, me da un poco de miedo. Creo, o igual es que lo espero, que mi generación vivirá grandes cambios, y que no será necesario llegar a ciertos extremos, que tendremos que demostrar si somos capaces de defender nuestra integridad y nuestros derechos de una forma pacífica, pero a la vez veo más desesperación cada día, y me pregunto cuánto falta para llegar al límite de la sensatez.

Winston Churchill - “La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás.”

¡Si has pasado por aquí y te apetece, salúdame, por la vía que quieras!

2 comentarios:

  1. Tu abuelo tiene razón mi querido amigo. El deficit y la economía del país no tiene más arreglo que con una guerra y yo cada día lo veo más claro. Los ciudadanos a parte de querer todo lo que has nombrado, no queremos que nos tomen por imbéciles, ni que nos roben en la cara como llevan haciendo bastantes años atrás. Los únicos que han hundido el país son los que siguen en el mandato (me da igual izquierdas, derechas, centrales... no me importa). Me río cuando dicen "hacienda somos todos"... y ver como crujen a padres y madres de familia mientras que los equipos de futbol deben una millonada a hacienda (y sí... voy a poner en orden los 3 que mas deben: Real Madrid, F.C Barcelona y Valencia) me parece una vergüenza inmensa. Asi que a ver como termina esto... porque yo cada día estoy más convencida de que no habrá otra salida que una guerra para levantar la economía de España.

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  2. Mientras en el país mande el fútbol estamos vendidos

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