martes, 8 de enero de 2013

Memento mori


¡Hola! Soy el tío este que antes escribía el blog este en el que decía cosas y tal, ¿os acordáis de mí? Pues ya está, ya he vuelto. Debo de pesar 20 kilos más que el de antes, pero más o menos soy el mismo. El mundo no se ha acabado, y eso que yo en una noche de alcoholismo quemé todos los calendarios del 2013 porque pensaba que no íbamos a llegar… Gracias por vuestras cartas preguntando si estaba bien y felicitándome el año, y al que me dejó la cabeza de caballo en la cama: la próxima vez deja un muslo o algo macho, que en casa somos muchos y ahí había poca carne.

¿Qué, qué tal habéis pasado las fiestas? Yo bien, gracias. Siento haber subido sólo una entrada estos días, pero ya sabéis, hay compromisos.

Sabéis, a lo largo de los años, sobre todo en los últimos en los que ya empiezo a salir de la adolescencia (sólo empiezo, aún me quedan 10 o 12 más), me he dado cuenta de que la gente se muere. Dice Eduard Punset que no está demostrado que vayamos a morir, y la verdad es que supongo que tiene razón, el otro día en una discusión con mi madre le argumenté usando esa misma frase y diciendo que yo conozco a más gente que no se ha muerto que a gente que sí se ha muerto, así que las estadísticas hablan por ellas mismas. Tendría millones de testigos que dirían en un juicio que nunca se han muerto, a ver cuántos habría que dijeran que sí se han muerto…

Dejando de lado el humor absurdo, las teorías, y a Punset, voy a revelaros un secreto: vamos a morir. Sé que es una revelación difícil de digerir, tomaos vuestro tiempo, pero es así, la única variable es cuándo. Morir forma parte del trato, lo sabemos desde el primer día, el problema es que no somos conscientes de que podría ser hoy. Pensamos que nos quedaremos dormidos un atardecer de verano en la terraza viendo a nuestros nietos corretear y ya no nos despertaremos nunca más, pero no funciona así.

He elaborado una teoría propia que básicamente se reduce a que la mayoría de la gente se muere en otoño y en invierno. No sé por qué, no sé si es por el frío que nos agarrota, o trae problemas de respiración o porque tenemos menos ganas o qué leches, pero es así, estas fiestas no he dejado de recibir noticias de ese tipo. Yo pienso que cuando llega el otoño empezamos un nuevo ciclo, al igual que los árboles pierden sus hojas, y que si no tenemos las fuerzas suficientes, no llegamos a ver la primavera siguiente.

El primer día del año un amigo quiso encontrarme para desahogarse un poco, por una serie de cosas que no vienen al caso, me contó la desesperación que sufría al haber perdido a alguien repentinamente, pensando que yo le entendería. Charlamos un largo rato y le expliqué lo único que podía explicarle para, quizás, ayudarle: mi visión de la vida.

Para mí la vida es una aventura, y todo forma parte de ella, incluso la muerte. Debatiendo sobre las cosas que vivimos le quise explicar que en la vida nos pasan cosas, y que no deberíamos verlas como algo “malo”. Por ejemplo: que de crío yo viví en muchos lugares distintos y eso me hizo aprender a ser independiente, o que en casa hemos sido siempre muchos y eso me ha enseñado a compartir. Para que se entienda: las cosas malas te pasan, y no puedes hacer nada, pero sí puedes aprovechar para que te sirva de algo más adelante.

Dejadme usar el caso irrisorio de moverme mucho de casa: por las razones que sea, mi madre tuvo que cambiar mucho de hogar cuando yo era un crío, y eso no me gustaba, cambiar de colegio, de amigos, y sufría mucho por ello, recuerdo que mi abuela me enseñó a rezar y pedía todas las noches poder unir a todos los amigos con los que había ido a clase en un solo colegio para no tener que despedirme de ninguno… Pero ahora agradezco que pude aprender algo de ello, ya que no estaba en mi mano evitarlo, al menos me sirvió para lo que os he contado antes. Y eso me lleva a preguntarme ¿realmente existen las malas experiencias? Yo pienso que hay cosas terribles, sí, que nos hacen sentir un dolor demasiado exagerado, pero la mayoría son simplemente “experiencias” de las que estamos invitados a aprender. Si no la habéis leído, llegados a este punto deberíais leer la entrada “Miedo”.

Todo en la vida te enseña algo, tú no decides la mayoría de las cosas que te pasan, y menos las malas, pero sí decides para qué te sirven. Puedes hundirte y patalear a tu Dios o a una vida injusta, o puedes hacer que eso te sirva para algo y entender que todo forma parte de la experiencia de vivir.

No me toméis por un frívolo. Yo no sé qué pasa cuando alguien muere, no sé a dónde va, y lloro igual que todo el mundo, o doy apoyo a los que lo necesitan, pero personalmente lo acepto como lo que es: la última etapa de la vida. Pero dentro de mí sé que lloro por mi pérdida, y por los que se quedan, lloro por puro egoísmo, porque del que se ha ido sólo nos quedan preguntas sin respuesta.

“Carpe diem”, y la serie de sucedáneos que le siguieron a partir de los 90 (creo que en gran parte a la película “El club de los poetas muertos”) han acabado convirtiéndose en frases vacías y excusas para hacer cualquier tontería por culpa de su mal uso y de la extrema repetición. En resumen: se pusieron de moda, pero creo fervientemente en el hecho de aprovechar cada día, vivir la vida, ser uno mismo siempre, y si a alguien no le gusta, ¿qué le vas a hacer?

Es lo que nos queda cuando alguien muere antes de lo previsto, que suele ser casi siempre. La mayoría de cosas perderían su importancia, incluso el miedo, si nos dijeran que vamos a morir mañana. Entonces ¿por qué no vivimos como si fuéramos a morir mañana? Yo intento vivir mi vida tan completamente como sé, vivir como si fuera mi último día, pero también como si fuese el primero.

Un abrazo immenso y todo mi calor a todos los que hayáis perdido a alguien recientemente, y toda la fuerza del mundo para seguir adelante una vez hayáis descansado, más fuertes que nunca.

Hoy os dejo una frase de mi abuelo, recordando un poco a Punset y al humor absurdo que me caracteriza, y que repite desde que tengo memoria, espero que perdonéis su humor, un tanto negro.

M. M. (Mi abuelo) – “Se está muriendo gente que no se había muerto nunca”.

P.D.: ¿Alguien tiene un calendario de 2013 de sobra?

3 comentarios:

  1. Toca vivir lo que no han podido vivir otros :)

    Muchas gracias por tus líneas ^^ En esta ocasión, especialmente cálidas (para mí, al menos)

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  2. Sabes que tengo por costumbre leer todo lo que cuelgas aqui y dejarte un comentario con "mi opinion" verdad? Bueno, pues ahora voy a ser sincera: no, no me he leido la entrada entera, creo que no he llegado ni a la mitad; asi que este comentario informativo es solo para que no te extrañes si no ves mi comentario con mi opinion jajajaja. Es un tema que prefiero no tratar nunca.

    Kisses. Bruja.

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    1. Master your talent. Don't let your talent master you.13 de enero de 2013, 1:33

      Guess you have picked up some uneasy subject this time. The absence of comments, I think, It's due more about people than has nothing to say, or no will to say something about this, than related to low quality of this particular entry. Anyway, you know, talking about death and loss with you have become a taboo for some people...
      I'm waiting for your next entry!
      Love

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